La pesadilla parece haber terminado. La Superliga Europea no se hará realidad por lo menos durante un tiempo. Una idea pensada por y para poderosos, tiene a varios nombres como protagonistas. Sin embargo, los que más defendieron el proyecto fueron Florentino Pérez (presidente del Real Madrid), Andrea Agneli (ex – presidente de la Juventus, renunció luego del fracaso), Ed Woodward (ex – presidente del Manchester United, otro que dejó su cargo post fracasar) y JP Morgan (si, el banco estadounidense que también es apuntado como responsable por la crisis de la bolsa del 2008). Con estos nombres sobre la mesa, todo tiene más sentido ahora… ¿No?
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Muchos creerán que el gancho para este artículo será pedirle al futbolero que no olvide a la Superliga, para que la misma no vuelva, pero no. El verdadero mensaje es recordarle al lector que la Superliga ya tuvo un intento frustrado de nacer, ya fue olvidada y por eso volvió. En 1998 la corporación italiana Media Partners propuso la idea más importantes de Europa a los clubes, los cuales se vieron tentados, pero no estuvieron ni el 1% de convencidos como lo estuvieron en esta oportunidad. Al igual que ahora, en aquel entonces también se opusieron tanto la UEFA como la FIFA, ya que esta nueva creación se daba para competir contra la Champions League (igual que ahora). Para cortar el peligro que estaba recién gestándose, la UEFA cambia algunos reglamentos del estatuto de la copa y la renombra: de “Copa de Campeones” pasa a llamarse igual que hasta el día de la fecha, “Champions League”.
¿La tercera será la vencida? En este caso, es una posibilidad latente. El motivo principal del primer fracaso fue el poder o, mejor dicho, la ausencia del mismo. En este segundo intento, lo tuvo, ya que los clubes fundadores fueron los más poderosos del mundo (ya sea poder a nivel deportivo, como también económico o ambos). Podemos mencionar a clubes enormes como Real Madrid, Barcelona o hasta incluso todos los integrantes del “Big Six” de la Premier League.
Pero eso sí, hay esperanzas. Fue emocionante ver como los hinchas se opusieron a sus gobernantes, cosa que pasó en Inglaterra, más que en ningún otro lado. Los hinchas del Liverpool pasaron de su hermoso cántico “You´ll never walk alone” a colgar banderas negras que rezaban: “RIP LFC 1884-2021”. O los partidos del United, City y Chelsea, que se postergaron los tres unos minutos debido a las manifestaciones de sus propias hinchadas expresándose. Y también hay que sacarse el sombrero con la reacción de la mayoría de los planteles, que se pusieron del lado del pueblo, oponiéndose también a sus propios jefes.
Al igual que como se puso más arriba, es un torneo creado por y para poderosos. Pep Guardiola, uno de los mejores entrenadores del mundo y actual técnico del Manchester City, manifestó al respecto: “Si se crea una liga que la jueguen solo los más poderosos… ¿Para qué compiten el resto entonces?”. Si a los protagonistas de los clubes más importantes de este nuevo torneo que se oponen a la creación del mismo se le suma el contexto “a contra corriente de todos” en que estaban dispuestos a imponer su idea, es más que suficiente para calificar esta experiencia como nefasta.
Pasaron 23 años entre un intento y otro, dejando pasar mucha agua bajo el puente. Más de dos décadas es suficiente para que la gente se olvide de lo ocurrido, y es muy probable que lo vuelvan a intentar. Quizás en 10, 15 u otros 20 años, pero lo que es seguro es que el fútbol va a sufrir un tercer intento de asesinato. Dos veces triunfó el deporte. Ojalá no haya dos sin tres.
Franco Janczewski
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