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EL MONO, LOS JABS DEL PUEBLO

Foto del escritor: Ariel mc grathAriel mc grath

Se cumplen 95 años del nacimiento de José María Gatica. Un boxeador que no solo se destacó en el ring sino que también dejó una huella en la historia y en miles de personas por su compromiso político y social.

 

José María Gatica nació el 25 de mayo de 1925 en Villa Mercedes, provincia de San Luis. Vivió sus primeros años en su ciudad natal, pero debido a una crisis económica su familia tuvo que emigrar hacia Buenos Aires. Una vez instalados en el barrio de Avellaneda, José tuvo que dejar la escuela primaria y empezar a trabajar para ayudar a llevar un plato de comida a su casa. En un época donde la situación del país no era la mejor, José trabajaba de la mañana a la noche. Se desempeño como lustrador y vendedor de diarios en las cercanías de Plaza Constitución. Fue ahí donde inició su acercamiento con el boxeo, ya que desde muy chico tuvo que aprender a defenderse para cuidar su lugar de trabajo.


Su destreza al momento de pelear, hizo que se comenzará a correr la voz sobre él. Los rumores de que un muchachito ganaba cada pelea llegaron a los oídos de Lázaro Koczi. Él concurría con frecuencia al The Sailors Home, un lugar conocido por su ring y la suculenta suma de 20 pesos para los que se animaban a ponerse los guantes. Fue gracias a Koczi que Gatica llegó a este lugar, y no importaba si peleaba contra alguien más grande o más pesado, el resultado era siempre el mismo, a todos los dejaba nocaut


Para fines de 1945 Gatica, tuvo su primera pelea como profesional. El 7 de diciembre enfrentó a Leopoldo Mayorano, donde lo noqueo en el primer asalto. A base de victorias y carisma se transformó en un nuevo ídolo del boxeo argentino. Donde el Luna Park era su nuevo escenario. Cada vez que peleaba, los fanáticos llenaron el estadio.


Gatica se reconocía como peronista y no ocultaba su fanatismo por Evita y Juan Perón. Y ellos tampoco perdían su oportunidad de poder presenciar las peleas del boxeador. Fue ahí donde se inmortalizó la frase de Gatica: “General, dos potencias se saludan”. Las tribunas populares deliraban cada vez que Perón se acercaba a felicitar al boxeador, que lo apodaban el Tigre por lo feroz que era arriba del ring. Mientras que del otro lado, los antiperonistas, que siempre esperaban con ansias una derrota, lo empezaron a llamar el Mono, para burlarse de sus facciones y su tono de piel. Produciéndose una de las primeras divisiones públicas entre el peronismo y los antiperonistas.


Con la ayuda del peronismo, Gatica logró tener su gran oportunidad, viajar a Estados Unidos en busca del título mundial en la categoría livianos. Debutó frente a Terry Young, al cual derrotó por knockaut y lleno de confianza al boxeador argentino algo que le jugaría caro en su próxima pelea. El 5 de enero de 1951, se llevó a cabo el duelo entre el Mono Gatica vs Ike Williams pero el combate se resolvió muy rápido donde Ike se consagró ganador.


Para cuando regresó al país, el apoyo oficial no era el mismo. En 1953, Gatica empezaría a colgar los guantes luego de una derrota frente a su clásico rival Alfredo Prada. En la cual Prada le fracturó el maxilar inferior y luego de cuatro asaltos más, el médico finalizó la pelea por knockaut técnico.


Con el golpe de estado de 1955 y la llegada de la “Revolución Libertadora”, Gatica fue proscripto, al igual que muchos de los que se habían declarado peronistas. Dejándolo prácticamente sin nada, le quitó la licencia y lo obligó a pelear de manera clandestina. El 6 de julio de 1956 disputó su última pelea frente Jesús Andreoli. Gatica ganó por abandono, pero fue arrestado por la policía por lo que representaba el mítico boxeador y su relación con el peronismo.


Ante la necesidad de conseguir plata para su familia se las rebuscó para trabajar. Desempeñándose en diferentes oficios, hasta vendiendo muñequitos en la cancha. El 10 de noviembre de 1963, a la salida del partido entre Independiente 2-1 River, José Gatica fue atropellado por un colectivo de la línea 295. Dos días más tarde a causa de las graves lesiones, Gatica falleció en el hospital de Rawson a la edad de 38 años.


El Mono Gatica demostró una vez más que no hace falta ganar títulos para ser considerado ídolo. Logró llegar al corazón de miles de personas a base de pelearla y consiguió hacerse un lugar entre los mejores boxeadores del país. A pesar de su fama no se olvidó de sus orígenes, no solamente era querido por lo que hacia arriba en el ring, sino que también por su generosidad con la gente que más lo necesitaba.


Ariel Mc Grath

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