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EL DÍA AUREO: A 16 AÑOS DE LA JORNADA DE ORO ALBICELESTE

Foto del escritor: Leonel MoureLeonel Moure

El 28 de agosto de 2004, dos equipos argentinos logran obtener la medalla dorada por primera vez desde los Juegos de Helsinki 1952. De la mano de Gol Político, las y los invitamos a revivir este inolvidable momento del deporte nacional.

 

¿Cuánto tiempo debe durar una espera eterna? Enserio, ¿Cuánto tiempo? Muchas y muchos de ustedes lo tasarían en 5 años o menos por ansiedad. Más aún si se trata del equipo de sus amores. Y qué decir de un combinado nacional, por el cual millones de personas se desviven, cumpliendo promesas insólitas y cábalas descabelladas con el afán de conseguir esa victoria. Si les digo 52 años, me mirarían con furia, desalentados y desalentadas de no poder por cinco décadas cambiar ese destino. Pero yo les prometo que al final de todo ese sufrimiento e impotencia vendrá la más grande de las alegrías, adornada con dos proezas titánicas para sacarse el sombrero y de la mano de atletas que dejan la vida en el campo de juego. Para la historia del deporte de nuestra nación, ese día llegó un 28 de agosto de 2004 en Atenas, la cuna del fuego sagrado del olimpismo, cuando de la mano de los equipos masculinos de Básquet y Fútbol ganamos dos oros olímpicos luego de 52 años de mala racha. Instituciones, deportistas, técnicos y hambre de gloria hicieron posible este momento de gloria eterna. Y en estos párrafos tratare de darles su merecido homenaje.


23 de julio de 1952. Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero triunfan en la prueba de doble par de remos en la olimpiada de Helsinki, Finlandia. Los dos son argentinos, y serán los últimos deportistas de ese país que se bañaran de oro en el Siglo XX. Año 2004. El deporte argentino atraviesa un periodo de cambio luego de la peor crisis económica del país. Muchas disciplinas como el Hockey sobre Cesped y el Tenis comenzaban a mostrar los frutos de la garra y el entrenamiento de las y los atletas. Sin embargo faltaba volver a coronarse en el máximo evento deportivo a nivel mundial: Los Juegos Olímpicos. Dos equipos de las disciplinas más populares a nivel mundial, básquet y fútbol, iban centrados en participar sin saber que les esperaba la gloria.


Por un lado se encontraba el plantel sub 23 de futbol dirigido por Marcelo Bielsa que, si bien no era la selección mayor, estaba repleto de jóvenes promesas que estaban dispuestas a tomarse revancha tras la pálida imagen dejada en la pasada y el subcampeonato de América ocurrido un mes atrás. Por el otro, doce jugadores que querían seguir haciendo historia comandados por Ruben Magnano y con ganas de demostrar que el subcampeonato de Indianápolis 2002 no fue ninguna casualidad. Ninguno de sus integrantes sabía que el 28 de agosto compartirían la cumbre del éxito deportivo.


El torneo de Fútbol constaba de dieciséis equipos divididos en cuatro grupos y de una gran oportunidad para la Albiceleste. En la primera fase, el combinado nacional derrotó sin problemas a Serbia (6-0), Tunez (2-0) y Australia (1-0). La asombrosa producción vino de la mano de jugadores que se afianzarían dentro del torneo como Carlos Tevez, Ezequiel Kily Gonzalez, Javier Mascherano y Javier Saviola entre otros. En la fase eliminatoria, una ráfaga de dos goleadas consecutivas (4-0 a Costa Rica y 3-0 a Italia) coloca al equipo, de buen juego y gran planteo táctico, en la final olímpica. El rival, Paraguay, era el último escollo a superar para conseguir el oro. En un partido encarnizado, una jugada fantástica entre Fabricio Coloccini y Mauro Rosales desemboca en el solitario gol de Carlitos Tevez, goleador y mejor jugador del torneo, para poner el 1-0 en el marcador. Y a las 5:51 de la madrugada argentina, el pitazo final del árbitro marca el final del maleficio, el primer oro de la jornada. Pero no sería esta la única gran gesta del día.


"Fue la peor derrota de mi carrera", palabras de Gregg Popovich, técnico de la selección de básquet de Estados Unidos, 15 años después de que su Dream Team pierda frente a Argentina en semifinales del Torneo Olímpico del 2004. El logro de ser la única selección que ganó una olimpiada con jugadores NBA presentes en el equipo yanqui fue la gran gesta deportiva de esta olimpiada. Con un primer partido que terminó en victoria en la última jugada a pura emoción (Palomita de Ginobilli para el 83-82 frente a Serbia, campeón del mundo) el equipo que venía de hacer historia dos años antes tuvo que sortear una difícil primera fase con dos partidos ganados (82-57 con China y 98-94 con Nueva Zelanda) y dos perdidos (76-87 con España y 75-76 frente a Italia) para clasificar tercero en el grupo a los cuartos de final. El equipo plagado de futuras figuras como Emanuel Ginobilli, Carlos Delfino, Luis Scola, y Leo Gutierrez entre otros, triunfa en cuartos de final frente al local por 69-64 y desemboca en las semifinales frente al favorito que contaba con jugadores como LeBron James y Kobe Bryant . En una actuación descomunal de Ginobilli, que anotó 29 puntos y a la postre sería premiado como Mejor Jugador del Torneo, Argentina vence 89-81 y clasifica por primera vez a una final olímpica.


Y el 28 de agosto de 2004, en el Estadio Olímpico de Atenas, la victoria por 84-69 frente a Italia cubre de gloria a los doce dirigidos por Ruben Magnano, y cierran de manera magnífica el día aureo. La jornada más gloriosa en la historia del deporte olímpico argentino.


Leonel Moure

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