Iker Casillas cumple 39 años y, luego de una galardonada carrera y haber pasado por un infarto, se disputará la presidencia de la Federación Española con Luis Rubiales, que juega sucio para intentar ganar.
Arjen Robben, vestido de naranja, iba camino a la gloria luego de un pase al espacio vacío de su compañero Wesley Sneijder que lo dejó mano a mano contra el Santo, que estaba envuelto en su uniforme color verde mar. Iker Casillas se lanzó sobre su izquierda, la pelota fue hacia el lado contrario, pero, al dejar sus piernas, salvó a España de la acción que sería el gol de Holanda el 11 de julio de 2010. Fue la final del Mundial de Sudáfrica. Luego, Andrés Iniesta puso el 1 a 0 definitivo y La Roja se consagró por primera vez en su historia. Casillas, cinta de capitán envuelta en el brazo izquierdo, levantó esa copa bañada en oro de más de seis kilos.
No fue su primer título con la Selección —en la que estuvo desde el 2000 hasta el 2016 y jugó 167 partidos con esa camiseta, el que más partidos disputó—. Antes conquistó la Eurocopa de 2008 cuando vencieron a Alemania en la final y, luego, en 2012 obtuvo el mismo trofeo al ganarle a Italia 4 a 0. Pero sí repitió una atajada histórica. Fue el 1 de mayo de 2019 cuando, en un entrenamiento con Oporto de Portugal —al que llegó a mediados de 2015 desde Real Madrid—, tuvo una obstrucción de la arteria coronaria derecha que le provocó un infarto agudo de miocardio. Se sometió a un cateterismo, mejoró y hoy forma parte del cuerpo técnico y es el nexo entre el equipo y el club.
Desde su casa en Foz, una zona residencial cerca de Oporto, San Iker mantuvo una charla por Skype con periodistas y aficionados. “Me encuentro fuerte, mejor que antes, pero tomo una medicación que es la que me hace estar bien. Ahora el médico me tiene que decir si sigo con ella o hay que cambiarla”, contó. Pero el comienzo fue duro para el exarquero de Real Madrid. “Al principio tenía miedo hasta de caminar, a dormir en la cama, a hacer ejercicio”, contó.
Casillas —quien hoy cumple 39 años— termina contrato en junio y probablemente sea el fin de su carrera como futbolista. Ya declaró que, si así fuese, no tendría problemas en comunicarlo. Pero eso no impide que no esté involucrado al deporte más popular del mundo desde otros lugares. Por eso se postuló a presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que todavía no tiene fecha definida para la elección, pero sí será en este año. Deberá enfrentar al exfutbolista y actual presidente de la RFEF, Luis Rubiales, quien ya intentó jugar sucio al querer adelantar los comicios para junio, que, al estar en año olímpico, deben celebrarse luego de los Juegos de Tokio, que fueron aplazados para 2021 por la pandemia que provocó el Coronavirus. Rubiales argumentó que sería conveniente su petición para “preparativo del Mundial de 2030”. Pero el Consejo Superior de Deportes (CSD), comandado por su presidenta Irene Lozano, lo desestimó y ahora evalúa a agosto como mes válido para las elecciones.
Otro movimiento manchado de Rubiales —según el medio español Irusport, que alega tener acceso a un documento— es su intento por cambiar los estatutos de la Federación y modificar el Artículo 31, en el que se incluyen los requisitos para ser presidente: quien se postule no debe ser obligatoriamente miembro de la Asamblea General de la Federación. Rubiales quiere quitarlo y Casillas no es integrante de la Asamblea. Sin embargo, resta que el CSD lo apruebe. ¿Ganar como sea?
Casillas jugó 25 años en Real Madrid entre divisiones juveniles y el primer equipo. Con el Merengue obtuvo 19 títulos —tres Champions League— y es el segundo jugador con más presencias en la historia del club con 725 apariciones. Raúl González es el primero con 741. Defendió el arco madrileño de tal manera que fue nominado al Balón de Oro desde el 2007 al 2012. Hoy le toca ponerse los guantes para atajar ante la embestida del poder.
Thomas Somoza
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