A 115 años de la fundación de la institución platense, un repaso por la postura política y los valores que pregona el pincharrata.
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Un 4 de agosto pero de 1905, un grupo de jóvenes estudiantes universitarios y secundarios sellaron el acta de fundación del Club Estudiantes de La Plata. Desde entonces, quienes formaron parte de la vida de la institución coincidieron siempre en los valores que representa la misma. “Escuela, mística, identidad”, refuerza el repaso histórico que realiza la voz oficial del club.
Aunque sus raíces fueron estrictamente futbolísticas, el pincharrata ha crecido con los años hasta convertirse en un club con 18 disciplinas diferentes y más de 40.000 socios y socias.
Con todo, Estudiantes nunca deja de remarcar los valores que vienen arraigados a la bandera albirroja. La identidad que forjan los clubes en su historia y en su andar, en Estudiantes se traduce en la familia, la escuela, la mística y el sentido de pertenencia.
La familia, reconocida en aquellos y aquellas con lxs que se comparte la sangre, el apellido y la vida, es para Estudiantes el eje que mueve los hilos del club desde sus inicios, cuando un grupo de jóvenes decidió conformar su propio equipo de fútbol, en relación de hermandad. La escuela, que se traduce en “la cultura del trabajo, el esfuerzo y el sacrificio individual en pos del bien colectivo” que, según la historia oficial, acompañaron y acompañan a Estudiantes y que se sostienen como un “legado” que trasciende las fronteras generacionales de lxs hinchas. La mística, que reúne a lxs hinchas pincharratas alrededor de los colores, pero que también se define como el sentimiento simbólico que da origen a la identidad, el misticismo alrededor de las victorias conseguidas bajo la insignia y la bandera que es propia y de nadie más. El sentido de pertenencia, aquella necesidad de saberse parte del club, de la historia, de la vida, de las victorias y las derrotas y de todos aquellos valores que encienden, todos los días desde hace 115 años, las luces albirrojas de La Plata.
Bajo todos estos sentidos, Estudiantes es hoy un club modelo en su accionar. Ha conseguido federalizar su representación con filiales a lo largo de la Argentina y otros países del mundo, bajo la consigna “Estudiantes de la Patria y el mundo”. Ha creado y mantiene el Colegio de Estudiantes de La Plata, un establecimiento educativo que cuenta con nivel inicial, primario y secundario de educación y tiene relación estrecha con el club, desde donde surgió la iniciativa de su fundación. Fue uno de los primeros clubes de nuestro país en contar con una Subsecretaría de Género oficial, que tiene intervención directa en su vida institucional. Cuenta con una planificación estratégica de la comunicación, que sirve como eje a la hora de construir relatos oficiales y que además tiene como objetivo sostener la historia de la institución. En este mismo sentido, la secretaría de cultura de Estudiantes mantiene vivo el recuerdo en el museo oficial y funciona transversalmente anclando las raíces del club.
Todos estos valores no representan simplemente una mirada amigable del pincha, su historia, sus socios, socias e hinchas, sino que deviene en una forma política de responder al mundo. Las identidades se construyen bajo una forma de habitar el mundo que se reafirma día a día. Desde hace 115 años, esta es la forma del Club Estudiantes de La Plata.
Carla Mileo
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